
El Impacto en el público infantil desde la propuesta museológica.
Por Tatiana Álvarez – Gerente de Mercadeo y Comunicaciones del Museo del Canal
El Museo del Canal en Panamá se erige como un faro de aprendizaje y exploración para los más jóvenes, ofreciendo un enfoque innovador en la educación no formal a través de sus exposiciones interactivas y programas educativos. Cada año, cientos de niños visitan este espacio, donde la historia del desarrollo del Canal y la rica herencia cultural del país cobran vida de formas atractivas y memorables.
Una de las principales fortalezas del museo es su capacidad para crear experiencias interactivas que van más allá de la simple observación. La más reciente sala renovada, “Panamá antes del Canal”, cuentan con juegos de video, reproducciones en 3D de piezas arqueológicas y narraciones históricas a través de consolas de audio. Estas herramientas no solo captan la atención de los niños, sino que también fomentan un aprendizaje activo, permitiéndoles interactuar con los contenidos de manera kinestésica y sensorial.
Aquí el aprendizaje se basa en la exploración, los pequeños pueden tocar y experimentar, algo que contrasta con el aprendizaje más pasivo que suelen experimentar en el aula. Este enfoque les permite construir su comprensión del mundo mediante la interacción y la práctica. Los modelos tecnológicos, les permiten ver y sentir la historia de una manera que se queda grabada en su memoria.
Además, el Museo del Canal promueve la conexión entre las exposiciones y las experiencias de los niños. Al integrar relatos y personajes históricos en sus exhibiciones, el museo no solo contribuye a los procesos de formación y a la creación colectiva del conocimiento, sino que también engancha emocionalmente a los visitantes. Las narrativas que se presentan son fundamentales para que los niños procesen la información de manera significativa.
El papel de los guías del museo también es crucial. Este personal es esencial para facilitar el aprendizaje, ofreciendo explicaciones y fomentando el diálogo entre los niños y sus acompañantes. Las conversaciones en grupo enriquecen la experiencia, ya que permiten que los niños compartan sus observaciones y formulen preguntas, profundizando así su comprensión.
En suma, el Museo del Canal no solo es un espacio donde se conserva la historia; es un entorno dinámico que transforma el aprendizaje infantil en una experiencia divertida y enriquecedora. Al brindar oportunidades para el juego, la exploración y la conexión emocional con el contenido, el museo se posiciona como un referente en la educación museística en Panamá.