Entre Pasillos: Relatos de apariciones y fantasmas
15/03/2024
Por Víctor Echeverría
Los museos encierran años de historia entre sus paredes y algunos creen que estas maravillosas instituciones son el hogar de almas perdidas entre las antigüedades. En el Museo del Canal hay quienes juran haber presenciado fenómenos inexplicables, siluetas que se deslizan entre las exposiciones, voces que llaman por nombre, entre otras.
Si han tenido la oportunidad de visitar el museo en horas de poca actividad y con pocos visitantes, seguramente han percibido el sonido de tus pasos al caminar por las salas vacías o quizás algún retrato que te sigue con la mirada. ¡Bienvenidos al intrigante mundo de las apariciones y fantasmas en el museo!
Entre las fascinantes historias que he escuchado, destaca el caso de “activación de audiovisuales”. Normalmente, estos aparatos requieren la intervención del personal para ponerse en marcha, pero en ocasiones, parecen activarse misteriosamente durante eventos nocturnos. También se mencionan los “llamados por nombre”. Este fenómeno no se limita a las salas de exposiciones. Algunas narraciones más asombrosas involucran ver siluetas caminar por las salas o la sensación de ser observado desde algún rincón, solo para descubrir que el espacio está vacío al buscar su origen. Sin embargo, una de las anécdotas más inquietantes proviene de un agente de atención al visitante que asegura haber sentido “un toque en el hombro”. Al girarse para atender, se encuentra con una sala completamente desierta.
La otra anécdota consiste en dos de nuestros pasados diseñadores gráficos que se quedaron trabajando hasta tarde para avanzar en un proyecto. Mientras concentrados en sus labores, notaron a través del reflejo de las ventanas de la oficina la presencia de una figura blanca que parecía caminar a sus espaldas. Inicialmente, asumieron que se trataba del conservador vestido con su característica bata de trabajo, y no le dieron mayor importancia. Fue solo al indagar más tarde que descubrieron que el conservador no había asistido a trabajar ese día. Sorprendidos y algo inquietos, optaron por concluir su trabajo temprano al día siguiente.
He dedicado 25 años de mi vida al Museo del Canal, y afortunadamente, nunca he tenido la oportunidad de presenciar algún fenómeno inexplicable (¡toco madera!). No obstante, en varias ocasiones he escuchado mi nombre ser llamado por alguien. Quizás sea simplemente mi subconsciente resonando debido a los años en que mi madre me llamaba durante mis travesuras juveniles.
Existen relatos de algunos empleados de museos alrededor del mundo que aseguran haber presenciado pinturas que cambian sutilmente, retratos que siguen con la mirada o sentir un cambio repentino de temperatura. Aunque la explicación científica sostiene que estas percepciones son meros trucos de la mente, la persistencia de estos relatos ha creado un aura de misterio en torno a ciertas piezas o lugares. En conclusión, los museos son guardianes de la historia y el arte, también albergan historias de lo inexplicable. ¿Son estas apariciones fruto de nuestra imaginación, el resultado de horas en momentos de estrés o verdaderamente manifestaciones del más allá? La respuesta, como las sombras en las salas, permanece envuelta en misterio.
PS: ¿Alguien interesado en visitas nocturnas al Museo del Canal?